La misión de TrueAlgae es utilizar metabolitos producidos por las algas para crear un planeta más saludable.

Creemos que estas pequeñas moléculas pueden proporcionar soluciones a muchos de los problemas del mundo. Nuestra empresa y nuestra tecnología están diseñadas para hacer precisamente eso.

Con las algas como nuestra fábrica, TrueAlgae desarrolló un sistema de cultivo de vanguardia proveniente de años de investigación realizado por ingenieros y científicos de clase mundial, lo que permite una producción de metabolitos de alta calidad, a gran escala, asequible y segura. Utilizamos la luz solar como fuente de energía para un suministro sostenible y reproducible de estos valiosos metabolitos, dando vida a soluciones innovadoras y respetuosas con el medio ambiente.


La tecnología detrás del negocio

Los microorganismos viven en un mundo de señales químicas. Utilizan compuestos de pequeño peso molecular, conocidos como metabolitos, para regular el entorno en el que viven y controlar la función y la forma de gran parte de la biodiversidad del mundo. Estos metabolitos funcionan como señales para las comunidades microbianas.

Las microalgas son parte de esta comunidad de microorganismos y son un prolífico productor de metabolitos. Utilizando el sistema de cultivo patentado de TrueAlgae y las algas como fábrica, podemos manipular los tipos de metabolitos producidos a través de diferentes combinaciones de algas y condiciones ambientales. Esto crea una plataforma de mezclas de metabolitos, cada una creada para abordar desafíos específicos en la agricultura, la salud animal y el medio ambiente.


Señalización explicada

El crecimiento y desarrollo de cualquier organismo vivo implica una estrecha coordinación entre las células de ese organismo y el entorno en el que viven. Es necesario un sistema de comunicación, o señalización, para que esa relación sea exitosa. Aquí es donde brillan los metabolitos. Son como la conexión bluetooth para facilitar ese diálogo.

Consideremos el microbioma del suelo. El suelo y los microbios que viven allí proporcionan nutrientes valiosos a las plantas, y las plantas corresponden y devuelven energía al suelo y su contenido. Esta interacción se ve favorecida por metabolitos creados tanto por el microbioma del suelo como por las células de la planta, intercambiando información sobre las necesidades específicas de su organismo. Ahora tanto la planta como el microbioma del suelo tienen el entorno óptimo para proliferar, y los metabolitos son la clave para que eso suceda.

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